Casos de éxito: Siset efectuó calificación de puestos por Trabajo Pesado

Una experiencia positiva y que puede servir de modelo para otras divisiones, es lo que señaló el director del Sindicato de Supervisores de El Teniente, Samuel García, tras casi finalizar el proceso de calificación y regularización de cerca de 60 cargos bajo la norma de Trabajo Pesado, en el contexto del Consejo Directivo Nacional (CDN), donde expuso esta iniciativa a los consejeros y consejeras.

“En Teniente estamos llevando a cabo la certificación de 60 puestos de trabajo pesados, llevándolos a la Comisión Económica Nacional. Estamos ya prácticamente concluyendo los papeles en la Comisión Económica Nacional. Entonces esto, que se pueda replicar a nivel de toda la FESUC es súper bueno. Se recomienda el Ejemplo SISET, transmitirlo a la otra divisiones y así poder regularizar todos los trabajos pesados a nivel de CODELCO”, expresó Samuel García.

En el marco de la Ley de Trabajo Pesado en Chile, la calificación de los puestos de trabajo es un proceso clave que determina si un empleo se considera como “trabajo pesado”. Esta calificación se realiza a través de un análisis técnico y médico por parte de la Comisión Ergonómica Nacional (CEN). La comisión evalúa si las condiciones laborales generan un desgaste físico o mental que reduce la expectativa de vida útil de los trabajadores, comparado con aquellos en empleos menos demandantes. Para la minería, esto incluye factores como la exposición a riesgos físicos, químicos y ambientales (trabajo en altura, temperaturas extremas, vibraciones, ruido, polvo, entre otros).

Una vez que un puesto es calificado como trabajo pesado, el trabajador puede acceder a beneficios específicos, como la reducción de la edad de jubilación. En lugar de los 65 años para los hombres y 60 para las mujeres, los trabajadores en puestos calificados pueden adelantar su jubilación hasta en 10 años. Esto significa que, dependiendo de los años que hayan trabajado en esas condiciones, un minero podría jubilarse a los 55 años, o incluso antes si acumula más años de trabajo en tareas calificadas como pesadas.

Para acceder a esta reducción, los trabajadores deben cotizar un sobrecargo adicional a su cotización previsional. Este sobrecargo es financiado tanto por el empleador como por el propio trabajador, asegurando así que el sistema de pensiones reconozca el desgaste que enfrentan quienes realizan labores de alta exigencia física y mental.